Mercedes y Ramiro han hecho del baño de la casa okupa su lugar de encuentro. Pese a que es su segunda vez, Mercedes saborea con la misma intensidad el cuerpo de su amado. Le parece casi un milagro que ese chico sea suyo, que pueda estar haciendo el amor con él con libertad. No se acostumbra a tenerlo a su alcance, a poder hacer con él lo que se le pegue la gana. A Ramiro le hace sentir muy macho que esa mujer, que es toda una belleza, se acueste con él sabiendo que se ha acostado con su novia, que le ofrezca su cuerpo y no le reclame. Que no le pida nada a cambio. Es todo un sueño. A Ramiro le encanta acostarse con esa mujer pero ya la segunda vez tiene bastante con menos rato. No la saborea con tanta intensidad. No está dispuesto a estar otra noche casi sin dormir por gozar de esa mujer... Con una vez tiene bastante. Mercedes se decepciona al ver que sale de la ducha y agarra el boxers. Le da un pellizco en su culo desnudo. Él la mira regañon:
--no seas mala... --le dice con ironía.
--No seas malo tú... Me has dejado en lo mejor...
Ramiro se pone el boxers. La mira seductor:
--¿es que tú no te cansas nunca?
Mercedes lo abraza fuertemente:
--de ti nunca...
Ramiro se gira. La mira sonriente. Le gusta sentirse tan deseado. Ella está feliz de tenerlo entre sus brazos.
--siempre eres así con todos tus amantes...? --pregunta coqueto-- ¿así de entregada...?
--No, nunca había tenido un hombre tan guapo en mi cama...
Él le guiña el ojo con orgullo y luego le dice:
--Eso no te lo puedo creer... Eres una mujer hermosa... Jamás vi en mi vida una mujer tan hermosa... Has tenido a todos los hombres a tus pies, habrás podido tener los hombres más deseados por las mujeres... Yo sólo soy un chico normal...
Mercedes por un momento piensa en ese Emilio que miraba de lejos a Ramiro y al que jamás ese chico tan guapo le hubiera dicho algo parecido.
--¿un chico normal? Eres un chico muy deseado como el que más... Nadie me había enloquecido como tú.
A Ramiro le gustaría creerla pero está convencido que Mercedes es una mujer que tiene una larga lista de amantes. Se aparta de ella.
--No, no te vayas...
--No podemos ocupar el lavabo tanto rato... Recuerda que no hay cerrojo... Nos podría sorprender alguien en cualquier momento... Además yo tengo que descansar... ya nos divertimos...
--si pero es que hasta mañana se me hará muy largo --dice Mercedes con cara de buena y mientras lo acaricia.
Él le guiña el ojo.
--Eres insaciable... Me vas a matar... No soy una máquina...
A Mercedes le gusta mucho Ramiro , está loca por él pero tampoco no es eso lo que busca sólo de él. Sexo.
--está bien... si el problema es el lavabo porque no vamos a la cocina...
Ramiro la mira pícaro:
--¿quieres que lo hagamos en la cocina? ¿estás loca?
Mercedes sonríe sensualmente:
--Me refiero a tomar algo, charlar un rato... Hablar, conocernos...
--¿para que? --dice Ramiro sorprendido.
En realidad Ramiro en Mercedes ve una simple aventura que un día de estos desaparecerá y no la volverá a ver, que saldrá de su vida sin que tenga ninguna consecuencia.
--Es que no me quieres conocer?
Ramiro sonríe seductor:
--ya nos conocemos bien... Muy bien... No necesitamos más...
Ramiro le da un beso rápido y le dice muy simpático:
--venga, mañana nos vemos... En la noche te daré un poco más de lo que tanto nos gusta...
Mercedes se queda sola, revolucionada en ese baño. Es que no se acostumbra a tener a Ramiro . Le ha dado un poco de pena que él no haya querido charlar con ella, que es algo que le hubiera encantado:
--es demasiado pronto... ya nos iremos conociendo...
Mercedes está convencida que va por el camino correcto que poco a poco Ramiro se irá enamorando de ella. La llena tanto el cuerpo de Ramiro que con esos encuentros esporádicos queda llena y por el momento se conforma pero tiene claro que es algo provisional. Se va acercando al cuarto. Se excita mucho ante la idea de estar durmiendo tan cerca de Ramiro .
--dentro de poco yo seré la que esté ocupando su cama con esa estúpida... y la niñita esa si quiere hombre que se quede con el pesado de Víctor pero Ramiro es mi hombre... Mi macho... Está escrito que sea así... Me lo merezco por todos estos años en los que he sido infeliz... Esa niña no imagina lo que se sufre siendo prisionera de un cuerpo ajeno y ahora me merezco ser feliz y es Ramiro mi felicidad...
Mercedes no tiene sueño, le cuesta mucho dormir con el olor de Ramiro en su cuerpo, pero le encanta estar en ese cuarto sintiendo la respiración de él. Se queda un buen rato de pie frente a la cama de él. No lo ve pero lo siente y con eso le basta. Cuando se cansa se queda sentada. Quiere irse a dormir temprano para verlo antes que se vaya pero es que le es imposible dormir. Se queda dormida casi cuando los otros se levantan y cuando ella despierta ya Ramiro no está. No lo ve ya hasta la hora de la comida pero hay demasiada gente y él la ignora totalmente. Además Víctor no hace más que tratar de sobarla. Todos creen que es pareja de él y ella no tiene más que sonreír. Lo que más rabia le da es que a Ramiro no le moleste, que ante los demás finja que ni la conoce.
Mercedes no sale de la casa. No sabe bien lo que hace Ramiro en la tarde. Le parece demasiado descarado ir al centro multimedia y prefiere esperarlo. Ayuda en la limpieza de la casa, en la cena. Quiere que Ramiro vea que es una buena ama de casa pero Ramiro sólo la ve como un cuerpo bonito con el que poder disfrutar. En la noche se produce el tercer encuentro sexual de la pareja. Están juntos el tiempo justo para que Ramiro se desahogue y se va de prisa antes que Mercedes protesta. A ella le ha sabido a poco peor no se desanima.
--poco a poco me iré metiendo en él... ¡¡sí...¡
No se quiere dar cuenta que Ramiro la ve exclusivamente como un pasatiempo y que por nada del mundo se le esta pasando por la cabeza que la cosa pueda cambiar. Mercedes se va acostumbrando a la presencia de Ramiro . Además está tan cansada que cae dormida enseguida.
La despiertan los rayos de sol que entran por la habitación. Ve a Ramiro y a Carlos en boxers. Le duele que él la vea en brazos de Víctor que también recién se despierta. La mira sonriendo:
--buenos días mi amor... que bella sorpresa que despiertes conmigo...
Y le da un beso. Aunque por un lado piensa que Ramiro se lo merece para que sienta lo que ella siente al verlo con María pero por otro lado le gustaría que Ramiro se diría cuenta de lo especial que es ella para él.
--nos vamos a la ducha... ¿te duchas con nosotros? --pregunta Víctor a Mercedes.
Ya varios chicos más se están apuntando. Ramiro mira a Mercedes sonriendo. No quiere dar más motivos para que Ramiro piense que es una cualquiera:
--No, yo me ducho en el turno de las chicas...
Los chicos se meten en la ducha. Ramiro no la vuelve a mirar y a ella le da pena. Espera que él sí se dé cuenta de lo importante que es él para ella. Mercedes mientras los chicos se duchan ayuda a poner el desayuno. Ellos bajan al rato muy divertidos. Ramiro está con María. Discute con ella...
--¿como es que no te puedes quedar con mi abuela?
--no, no puedo faltar... mi padre me espera...
--pero es que Germán ya se ha ido y no tiene trabajo...
Mercedes se mete en ella:
--¿tu abuela vive aquí? --pregunta sorprendida-- ¿te puedo ayudar en algo?
--Sí necesito que alguien la vigile, está en una silla de ruedas... es ver lo que necesita... Ella te ayudará... te irá diciendo que necesita
En seguida le ponen un plato para que se lo lleve a la anciana y le dicen donde está su cuarto. Víctor quiere acompañarla.
--puedo sola... --dice ella.
A Víctor le molesta que Mercedes tenga interés en ayudar a Ramiro . A ella le conmueve mucho la anciana. Ramiro entra para despedirse. Siempre le da un rápido beso a su abuela. Le conmueve la manera tan amorosa en la que Mercedes le da el desayuno a su abuela. Mercedes está encantada de tener la posibilidad de estar cerca de alguien de la familia de Ramiro . Sabe que ella le ayudará a conocer a Ramiro más allá de su cuerpo que es lo que busca. También está segura que así poco a poco Ramiro se enamorará de ella. Ramiro le da un beso a las dos y se va con rapidez. Mercedes se queda todo el día al lado de la abuela que le cuenta historias de toda su familia... Habla más de su esposo pero también cuenta algunas anécdotas de Ramiro de cuando niño que es algo que le gusta.
Ramiro llega en la noche. Le gusta ver que Mercedes no se ha movido del lado de su abuela. Ya hasta la anciana ha cenado.
--¿como has pasado el día, abuela?
Manuela está de mejor humor que normalmente. Le ha gustado tener a alguien que la escuche:
--Ella es muy linda... se nota que te quiere...Me gusta mucho para tu novia...
Mercedes se estremece. Es su sueño hecho realidad. Ramiro mira a Mercedes con simpatía. Aunque Mercedes no tiene prisa, Ramiro le dice que ya entre él y su primo la acuestan. Salen los dos juntos del cuarto. Mercedes siente que se le va a reventar el corazón de tanta felicidad.
--no le hagas caso a mi abuela con eso que dijo que me quieres... a veces se le va por la cabeza... no hay que hacer caso de sus locuras...
--y porque es una locura que te quiera...? --pregunta ella tratando que él sienta su amor.
--porque tengo novia, porque no quiero ningún compromiso contigo y porque solo nos une el sexo...
Ramiro habla por decir, está convencido que ella quiere lo mismo que él. Sexo ocasional. Sexo puro y duro.
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